sábado, 24 de septiembre de 2011



Tus ojos... ojos que hacen que un escalofrío invada mi cuerpo apoderándose de deseo.
Tus labios... labios carnosos y apetecibles, tentadores, los cuales hacen que sienta ansias de probar los tuyos.
Tu pelo... pelo sedoso, tanto como una brisa de aire fresco en un día de verano.
Tus manos... manos que no dudaría recorrer con ellas mi cuerpo, centímetro a centímetro.
Tu cuerpo... cuerpo pecador, apetecible de juntarse con el mio, y vivir mil locuras típicas de un amor adolescente.